HISTORIA

Historia

En los tiempos del Califato Cordobés, nuestra sierra estaba poblada de monasterios. Uno de los más célebres y apartados era el de San Zoilo apellidado el Armilatense, porque a su falda corría el río Armillata, que hoy conocemos con el nombre árabe de Guadalmellato.

Este monasterio fue destruido, pero siglo y medio después de la reconquista de la ciudad de Córdoba, concretamente en 1394, Martín Férnandez de Andujar, platero vecino de Córdoba, que vivía haciendo vida de ermitaño en una posesión de su propiedad, cerca del actual Adamuz, fundó un nuevo convento. Lo llamaron de San Francisco y lo apellidaron del Monte. Felipe IV pasó en él las festividades de Carnestolendas cuando visitó Córdoba en 1624.